Nos hacemos eco de la noticia de la BBC centrada en un estudio realizado por investigadores en Reino Unido e Italia y publicado en la revista Ecological Entomology, la muestra constó de 750 personas de 46 países. El estudio encontró en sus resultados que las avispas causan aversión en gran parte del público, sin embargo, las abejas son apreciadas por la mayoría de las personas.
La visión negativa sobre las avispas es injusta porque son tan beneficiosas para el medio ambiente como las abejas, según el nuevo estudio.
Los autores del trabajo señalaron que las avispas necesitan una campaña de publicidad para restaurar su imagen, y aseguran que estos insectos merecen no solo el mismo aprecio que las abejas, sino los mismos esfuerzos en materia de conservación.
“Molestas”, la palabra que más se asocia con las avispas
Los científicos pidieron a los encuestados que pensaran en palabras asociadas. En el caso de las abejas los términos más populares fueron “miel”, “flores” y “polinización”. En cambio, las palabras más asociadas a las avispas fueron “peligrosas”, “picadura” y “molestas”.
Mala prensa para las avispas
Las avispas también polinizan flores y cumplen un papel clave para el medio ambiente matando y comiendo otros insectos considerados plagas. El problema radica en que han sido representadas erróneamente en artículos de divulgación.
“La gente no está al tanto de las increíbles funciones que cumplen las avispas en términos ecológicos”, señala Sumner, investigadora de University College en Londres, a la BBC.
Falta investigación para las avispas
Sumner descubrió también que hay pocos estudios científicos sobre el impacto positivo de las avispas en el medio ambiente.
De 908 estudios analizados, solamente el 2,4% de las publicaciones desde 1980 eran sobre avispas, en comparación con un 97,6% sobre abejas.
Las poblaciones de avispas están declinando debido a la pérdida de hábitat y al cambio climático. La investigadora afirma: “Necesitamos que la prensa nos ayude a cambiar las percepciones sobre estos insectos de actitudes de desagrado a sentimientos positivos y tolerantes. Un mundo sin avispas sería un mundo en el que deberíamos usar muchos más pesticidas y plaguicidas”.