El inicio de la actual campaña agrícola de invernadero no puede ser más positivo en cuanto a control biológico. Koppert confirma que las sueltas de enemigos naturales para la lucha de plagas va en aumento y que por fin se recupera el terreno perdido en tomate. En esta entrevista Juan Carlos Rodríguez, director comercial de Koppert en Almería, Granada y Málaga ofrece algunas de las claves.
¿La agricultura de invernadero apuesta por el control biológico?
Tanto durante la campaña pasada como en el arranque de la presente, la superficie de invernaderos con control biológico sigue en incremento. La expansión del control biológico es imparable y no tiene vuelta atrás en los cultivos intensivos, pero aún queda trabajo por hacer hasta conseguir el objetivo de que el control biológico llegue al 100% de los cultivos bajo plástico.
¿Qué producciones lideran la apuesta por el control biológico?
El liderazgo absoluto lo tiene el pimiento, ya que más del 99,6% de su producción se gestiona con control biológico de plagas. En segundo lugar, la berenjena con más del 70% de la producción y en tercer lugar el tomate con más del 61% de la producción total. Es muy interesante el rápido crecimiento que las técnicas de control biológico experimentan en cultivos como berenjena, calabacín, pepino y judía.
¿Por qué desciende el control biológico en tomate?
Hace dos años, el control biológico en tomate descendió un 20%, aunque de nuevo tiende a recuperarse. Hubo un cierto relax, influido en parte por información sesgada que hizo dudar al agricultor sobre la eficacia del control biológico en tomate. Tras los problemas sufridos especialmente con Tuta, el productor ha vuelto a comprender la importancia de respetar las dosis adecuadas y ha aprendido que el control biológico es una buena práctica agraria que debe llevarse a cabo durante todo el ciclo. Ya no sirven los viejos conceptos de acción y efecto inmediato, como en la agricultura convencional basada en el uso de agroquímicos.
El productor ha aprendido que el control biológico es una buena práctica agraria
El control biológico en tomate no tiene vuelta atrás, y contamos con el apoyo decidido de las principales comercializadoras. En ese sentido, quiero destacar el gran ejemplo de la cooperativa CASI, que este año ha establecido como medida obligatoria las sueltas de Nesidiocoris tenuis para el control biológico de Tuta absoluta, junto con el buen trabajo de otras empresas de referencia en Almería y en la costa de Granada.
Las condiciones climáticas son cada vez más adversas. ¿De qué forma influirá el cambio climático en el control biológico?
El control biológico tiene una importante misión que desarrollar para mitigar los efectos del cambio climático. La fauna auxiliar crea un ecosistema que aporta biodiversidad y equilibrio en el invernadero, mientras que los microorganismos beneficiosos ayudan a recuperar los suelos de forma natural y a disminuir el consumo de fertilizantes.
¿Qué importancia tienen los microorganismos para Koppert?
Muchísima. Si los ‘bichos’ fueron los protagonistas de la primera revolución verde, los microorganismos están iniciando la segunda fase de esa revolución con la que tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar para siempre la forma de hacer agricultura y compatibilizar la producción intensiva bajo plástico con el respeto al medio ambiente. A escala global, Koppert ha decidido invertir muchos recursos para poner al alcance del agricultor microorganismos beneficiosos que complementen en el suelo el buen trabajo que los insectos auxiliares realizan en la parte aérea de la planta. Un buen ejemplo de nuestro proceso de innovación es Trianum.
¿Qué es Trianum?
Es un fungicida biológico único en el mercado, que contiene una cepa híbrida del hongo beneficioso Trichoderma harzianum. Es una cepa exclusiva y patentada por Koppert y su eficacia es altísima en todo tipo de suelos. Trianum ha sido todo un éxito comercial, tanto para su uso en semilleros como en cultivos bajo plástico y al aire libre.
¿Koppert también innova en sus colmenas de abejorros?
Por supuesto. Trajimos las primeras colmenas de abejorros hace 25 años y desde entonces nuestra marca NATUPOL® ha evolucionado constantemente. En este momento, estamos muy satisfechos de la última versión que comercializamos con la marca NATUPOL EXCEL®, ya que ofrecemos la mejor calidad del mercado y la rentabilidad más alta por abejorro. No ha sido fácil, pero en Koppert nos gustan los retos. Hemos tenido que estudiar cómo se comunican los abejorros y cuál es su rango de visión. Todo lo que hemos aprendido se refleja en nuestra colmena, para conseguir el máximo beneficio para el productor.