En verano, los agricultores de Almería plantan sus cultivos nuevos con la ilusión de producir una cosecha perfecta. Desgraciadamente, esta ilusión se ve truncada cuando graves problemas de plagas o virus obligan a limpiarlo todo y a plantarlo todo nuevo. Esta campaña, más que en campañas anteriores, la mosca blanca y los virus que transmite han causado pérdidas importantes antes del inicio de las cosechas. En general, se pueden señalar a los cultivos de verano, que sirven de puente entre las plantaciones viejas a los invernaderos recién plantados. Al mismo tiempo, se observa que el ánimo para emplear control biológico en los cultivos de verano ha disminuido. Sin duda, esto es una de las causas más importantes de los graves problemas sufridos en algunas zonas por virus y mosca blanca.
Rompiendo récords
Es un hecho definitivo que los comercializadores quieren mantener la fidelidad de sus clientes durante todo el año, suministrando un volumen y una calidad garantizada. Además, la calidad de los productos almerienses ya puede medirse en cualquier época del año con la calidad de los mejores productores del mundo. Gracias a esta todo esto, la última campaña ha roto récords, incrementando los ingresos de la horticultura y llegando a un volumen de venta más alto que nunca. En verano, Almería empieza a servir mercados que antes estaban servidos exclusivamente por otras zonas de producción. Según las cifras de COEXPHAL, la producción se incrementó con un 18% en junio y un 43% en julio, con respecto al año pasado. Aunque en pleno verano siguen siendo relativamente pocas fincas con cultivos, salpicadas por el litoral de Almería, son cada vez más.
Mosca blanca y virus
Probablemente por ello, nos enfrentamos a mayores pérdidas por los virus que transmite la mosca blanca. Se trata, sobre todo, del virus de la cuchara en tomate y del ‘Nueva Delhi’ en calabacín y pepino. Estos virus solo aparecen cuando las moscas que lo traen provienen de otro invernadero. Fuera de los cultivos, con 40º en la sombra y ninguna planta verde, simplemente no pueden sobrevivir. Al mismo tiempo de detectar problemas, también había zonas donde la campaña empezó tranquilamente, sin incidencias de virus destacables. Zonas, como los alrededores de La Cañada, donde prácticamente no hubo cultivos de verano.
Menos plaga por control biológico
Hace ya casi 10 años, un trabajo realizado por los técnicos de Sanidad Vegetal y COEXPHAL demostró que los cultivos manejados con control biológico terminaron con infinitamente menos insectos plaga que los cultivos con control químico. En cucurbitáceas con ácaros depredadores, igual que en pimiento con Amblyseius y Orius, la cantidad de mosca blanca al final fue insignificante. En cambio, en las fincas que basaron su control en plaguicidas químicos, se produjo una explosión de mosca blanca en las últimas semanas. En las jornadas ‘I Love Bichos’, organizadas por HORTYFRUTA, se confirmaron los buenos resultados del control biológico, de la mano de una gran cantidad de agricultores y técnicos con experiencia diaria. A pesar de esto, el ánimo para soltar bichos en los cultivos de primavera ha bajado notablemente. Quizás porque el control biológico ‘está pasando de moda’, o bien por la presión comercial de los vendedores de productos fitosanitarios.
Implementar mejor que nunca
Lo ideal para empezar la campaña sin plagas y virus, sin duda, es respetar un ‘paro biológico’. Es decir, mantener un periodo de tres semanas sin cultivos en una zona geográfica determinada, para que plagas y enfermedades desaparezcan. No obstante, mientras que no haya consenso sobre esto, más vale que nos organicemos seriamente para implementar el control biológico mejor que nunca en los cultivos de verano.