Este verano se ha identificado un virus nuevo, el ToLCNDV o el ‘Nueva Delhi Virus’ que puede afectar a diferentes cultivos. Ha provocado un daño en calabacín, y puede presentarse en melón, pepino e incluso en pimiento. En tomate no se ha confirmado la presencia de este virus, pero sí se ha visto síntomas de otro que, hasta ahora, no ha podido ser identificado. En todos los casos, es la mosca blanca, Bemisia tabaci, la que transmite el virus. Entonces, para no sufrir daños, hay que tomar todas las medidas preventivas posibles contra la mosca blanca…
TRATAMIENTOS químicos, no dan solución
En las últimas décadas, la mosca blanca ha introducido varios de los virus más importantes que tenemos en los cultivos. El más devastador ha sido el virus de la cuchara en tomate, pero también hubo otros, como el virus de la vena amarilla en pepino, melón y sandía. En todos los casos, la primera respuesta de muchos agricultores ha sido realizar tratamientos fitosanitarios más frecuentes, con el objetivo de ‘pillar’ cuanto antes a las moscas que entran desde los alrededores. No obstante, siempre se ha visto que así se puede mantener la población de mosca blanca a niveles bajos, pero que no se frena la transmisión del virus. Posiblemente, una mosca blanca se desplaza más en cultivos que tienen residuos de insecticidas, y transmiten el virus a más plantes, que en cultivos menos tratados.
AISLAR el cultivo…
Lo más eficaz para paliar los problemas de virus transmitidos por insectos es aislar el cultivo en invernaderos con buenas estructuras que impidan la entrada de los insectos. En los años ’90, el virus de la cuchara hizo imposible el cultivo de tomate al aire libre, por lo cual fueron cubiertos todos los bancales tradicionales en el Levante de Almería. En la misma década empezó el uso masivo de mallas anti-insectos en las bandas de ventilación. El nuevo virus, igualmente, obliga a mejorar las estructuras para prevenir la entrada de mosca blanca. De cara a la mosca blanca, han de usarse mallas de 10 x 20 hilos por centímetro cuadrado en todas las aperturas de ventilación y hay que asegurar que la doble puerta realmente funciona como esclusa, con trampas amarillas en medio. Para el calabacín, estas medidas son más importantes que nunca, porque hasta ahora este cultivo no se había visto afectado por virus transmitidos por mosca blanca. Además, el calabacín es el producto que más se está cultivando en invernaderos viejos y planos, que no cuentan con un aislamiento adecuado.
MANTA térmica, trampas
Especialmente en calabacín y melón, la protección de las plantas con manta térmica es muy eficaz durante las primeras semanas del cultivo. Al mismo tiempo, han de colocarse trampas adhesivas amarillas, para atrapar a los adultos de mosca blanca que vuelan en el invernadero. Por debajo de la manta térmica, se realizan las sueltas de los ácaros depredadores para iniciar el control biológico en cuanto las plantas tienen un poco de porte. Es decir, a las dos semanas después del trasplante.
PLANTAS con síntomas
En cuanto se detectan plantas con síntomas del virus, no duden en eliminarlas enseguida, en bolsas de plástico cerradas para que las moscas blancas que emergen de allí no se dispersen. Las plantas con virus son especialmente atractivas para la mosca blanca, por lo cual forman focos de infección muy importantes.
TOMAR muy en serio…
La aparición del nuevo virus, de nuevo nos obliga tomar muy en serio todas las medidas posibles para evitar la propagación del mismo. Esto no solo se refiere a las medidas dentro de los invernaderos con cultivos, sino también a la higiene del campo. Restos vegetales abandonados en el campo se pueden convertir en un foco de infección muy peligroso para los cultivos cercanos.
Texto: Jan van der Blom, Departamento de Control de Plagas de COEXPHAL.
Imágenes del Departamento de Sanidad Vegetal en invernaderos en producción.